Las tres religiosas mártires del Instituto San José de Gerona fueron beatificadas en la Catedral de Gerona (España). El Cardenal Angelo Amato destacó que las hermanas dieron su vida aunque “no eran una amenaza”.
Algo que se repite en la actualidad ya que, según ha dicho el Cardenal, “cada cinco minutos muere un cristiano a causa de su fe”. “Los cristianos están llamados en todos los tiempos a dar testimonio de fidelidad y alegría”, ha destacado.
Unas 1300 personas acudieron a Gerona (España) para la beatificación de las hermanas Fidela Oller, Josefa Monrabal y Facunda Margenat, que fueron de las primeras víctimas mártires por la persecución religiosa durante el verano de 1936, poco después del inicio de la Guerra Civil Española.
Concelebrando con el Cardenal Amato, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, se encontraba el Obispo de Gerona, Mons. Francesc Pardo, y el Cardenal Antonio Cañizares, Arzobispo de Valencia; ya que la causa de beatificación comenzó en esa diócesis donde dos de ellas fueron asesinadas.
Según ha recordado el Cardenal Amato durante la homilía, las hermanas Fidela, Josefa y Facunda “no eran una amenaza para nadie pero fueron asesinadas porque el enemigo de Dios y del hombre entró en el corazón del hombre en modo del odio para suprimir a quienes hacían el bien”.
El Cardenal Amato también ha explicado que los tiempos de persecución de los cristianos aún no han terminado ya que, según ha dicho, “son la minoría más perseguida del mundo”. El Purpurado ha destacado que anualmente los cristianos asesinados por causa de su fe son más de 100 mil, “cada cinco minutos muerte un cristiano a causa de su fe”.
“Lo que nos recuerda que los cristianos son llamados en cada tiempo a dar testimonio de fidelidad y alegría”, ha precisado. También ha asegurado que “el martirio no se improvisa, ya que antes de su sacrificio supremo las tres religiosas eran ejemplares y auténticas siervas de la caridad de Dios hacia los enfermos”.
Dolores nació el 17 de septiembre de 1869 en la calle de la Iglesia, esquina con la Plaza del Teatro, Bañolas (Gerona). Dolores era la hija mayor del matrimonio formado por Lorenzo Oller Verdaguer y Margarita Angelats Frigola, una familia de alfareros, que heredaron el negocio familiar de sus antepasados y del que vivían todos ellos, junto con otros tres hijos: Salvador, Lorenzo y Teresa, y el abuelo Lorenzo.
Durante un tiempo fue novicia en las hermanas de Sant o José de Gerona, conocido también como Instituto Religiosas de San José de Gerona, fundado por María Gay y Tibau.[2] Durante un tiempo debió volver a su casa hasta el mayo de 1892 que volvió definitivamente al noviciado de Gerona, donde cogió el nombre de Fidela. Dos años más tarde, el 17 de noviembre de 1894, profesó por primera vez.
En 1911 es destinada a la comunidad de Malgrat de Mar (Barcelona), que gestionaba el Hospital de la población, con el cargo de superiora. La proximidad con la población de Mataró permite que su hermano Salvador la visite unas dos o tres veces (él era religioso marista y profesor del colegio San José de Mataró). El agosto de 1917 es traslada a la comunidad de Camprodon (Girona) dónde será nombrada superiora en 1918; entre 1921 y el 4 de junio de 1926 irá a Palamós (Girona), y en esta fecha cuando es trasladada a Gandia (Comunidad Valenciana) para fundar allí una comunidad y donde fue superiora.
El 28 de agosto de 1936 es encarcelada por un grupo de milicianos, subida a un camión y llevada a Valencia, para ser fusilada, junto a la Madre Josefa Monrabal, en la madrugada del 29 en el lugar conocido como la "Pedrera de Xeresa". Estaba cercana a cumplir 67 años de edad.
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